Las palabras no se crean ni se destruyen, sólo se transforman en ondas intergalácticas que, a veces, se emborrachan y se quedan suspendidas sobre las cabezas de los humanoides, dándoles la impresión de que no tienen nada que decir. Todo este efecto pasará cuando el sujeto de lengua engarrotada abra sus ventanas y ofrezca un poco de Gatorade a las palabras suspendidas; esto ayudará a bajarles la cruda y regresar a la cabeza para finalmente, bajar hacia la lengua. Se recomienda estar al pendiente de ponerles un límite en la lengua, ya que a veces les da por andar de pránganas y seguirse hasta llegar a los codos. En estos casos, no queda otra opción más que darles de beber nuevamente y reiniciar el ciclo.
Jajajajajajaja mis palabras borrachas se expresan por inbox en facebook jajajaja
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