Los dioses se cansaron. La eternidad les pesa como cientos de atmósferas de plomo. La falta de muerte los hace seres de segunda. Y el amor les resulta demasiado empalagoso.
Por ello, decidieron abandonar el Olimpo. Asgard quedó como un conventillo desahuciado. Vallih es un desierto colmado de restos dorados. El Valhalla es un antro tomado por demonios gigantes.
Ahora buscan a un hombre. Buscan una salida. Odín sugirió ir de encubiertos a la Tierra, vestidos de paisanos con pocos accesorios y sombreros discretos. La comitiva fue: Odín, Thor, Yahveh y Hades. Llegaron ataviados de formas anodinas, casi quijotescos. No tenían idea dónde estaban. Thor tenía hambre y no dudó en detenerse en un puesto de tacos de carnitas. Primero fueron 5, luego 10, luego 20. No había cómo llenarlo. Los demás comprendieron al instante: lo que necesitaban eran taqueros en los cielos. La Tierra se quedó sin garnachas.
Cuento a 4 manos junto al escritor argentino Esteban Moscarda (Lord of the Surrealisim), para el blog Químicamente Impuro.
Noooooooooooooooooooooooooooo!!!! 😥
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El Señor me dio mis 5 de pastor, nada me falta…..
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El señor otorga dos de PazThor.
Ohmmmmmm.
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