Tiene más mérito descubrir el misterio en la luz que en la sombra
Todo gran artista tiene el sentido de la provocación
Los estúpidos no ven lo bello sino en las cosas bellas– Arthur Cravan
la verborrea académica, queridos míos, es nada menos que el hijo bastardo
del discurso político escupidor de demagogia del que tanto les gusta
renegar
quejarse sin cesar
Oh, queridos míos
hace años que graduaron sus órganos sexuales e hígados
de la profesión
[leyeron tantos libros de complejidad que ya no recuerdan cómo cagar sin ensuciarse]
y aún siguen aullando los mismos enunciados
que le copiaron al profesor que creyó ser original
en los noventa
y que le copió a su profesor en los ochenta
y que le imitó a su profesor en los setenta
y hacía atrás atrás atrás todas las generaciones
hasta llegar a la absoluta muerte de la
creatividad
Oh, queridos míos
Nadie quiere saber que allá en la Iberia
MMS no está enterado de que
existen
[su oficina en el fondo del campus brilla sin su presencia, tiene cosas que hacer fuera]
no sabe siquiera que lo idolatran
[algún piadoso habría que recordarle que acá ustedes lo leen en fotocopias, ¡oh oh oh!]
es muy probable que no logre recordar
sus nombres si se los dijeran
y lo seguro es que tampoco le importe
[viejo gachupín tanto nos enseñas menos la humildad en el Xerox sagrado de tu obra]
Un día, queridos míos, aprenderán nuevas palabras
nuevos enunciados
y nuevos párrafos para llenar sus diarios
de opinión
un día escucharán ritmos distintos
a los que las charlas de cervecería los llevan a
reconocer
[cuando disfruten el corazón y no la hueca expresión]
un día, queridos míos,
dejarán atrás la pedantería inerte y asquerosa
del que repite como loro
lo que su maestro dijo
un día que estaba harto del mundo
y que llegó a casa, después de deslumbrarlos,
a fornicar sin ganas
y beber hasta olvidar
Un día de estos, queridos míos
[quién sabe si hoy]
dejarán de ser un grupo de eternos
envejecidos
parlanchines de sábado por
la
noche
mayo, 2014