El falso terror de la «ley antidoblaje»

El sentido común y la ley nos dice que una película extranjera se debería exhibir en idioma original con subtítulos en español, y que el doblaje le corresponde a los documentales educativos o películas dirigidas al público infantil (no dejemos de lado que el doblaje también es para personas con dificultades visuales o de lectura en cualquier contenido: eso es inclusión); sin embargo, tanto distribuidoras como exhibidoras ponen sus propias reglas y deciden doblar al español según criterios de mercado que suelen responder a frases del tipo “pues así lo pide la gente” y listo. ¿Cuál gente, dónde, qué tanto piden? Quién sabe.