Si no queremos permitir —o nos encanta decir en todas partes lo mucho que odiamos a las corporaciones o el gobierno— que gigantes como Disney nos saquen dinero a costa de nuestra nostalgia, asegurémonos de no ser nosotros mismos los que nos plantamos en los mundos ideales de nuestra juventud: libreros llenos de DVDs y blu rays, discos nuevos cada quincena o sentarse a escuchar la FM nacional un viernes a las 8 pm con un café y un cigarro. Entendamos que todos esos mundos son solamente eso, productos y costumbres que, o se acaban gradualmente, o terminan convirtiéndose en algo diferente.
Etiqueta: Infancia
Esta historia y su contenido son enteramente ficticios
Las ciudades del pasado siempre lucen más luminosas, claras, llenas de ese misterio que encierran las décadas en las que … Más
The chain
Chain keep us together, running in the shadow The Chain es una canción de Fleetwood Mac de 1977, es la … Más
Mi problema con las alarmas
Esa mañana de 1985, mi madre estaba sentada frente a mí sosteniendo a mi hermano unos años menor, aún de brazos. Me miraba con una sonrisa que nunca se le ha quitado, tierna y un poco preocupada. En el mueble de al lado la pequeña tele blanco y negro mostraba unos presentadores de noticias —años después sabría sus nombres— con gestos que transmitían miedo y fingían no saber nada. Nos querían tranquilizar. Yo miraba a mi madre.
Los Nibelungos
Antes a los amigos los visitabas en su casa, les gorroneabas las frituras, le decías a tu mamá que te … Más
Cuando sea grande
De chico uno quiere ser bombero, o policía o astronauta. Se te ocurren profesiones que has visto en la tele … Más